antonia alarcón


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––––– todos los pastos del mundo / TINTES NATURALES

a lo largo de este proyecto, algo central ha sido la investigación de los teñidos naturales y su efecto en las fibras vegetales
comparto esta información con la idea de que estos conocimientos puedan seguir circulando
– dejo acceso a una carpeta con distintos textos sobre tintes naturales aquí



Primero, me gustaría mencionar algunos proyectos y artistas que han investigado los tintes naturales por mucho más tiempo que yo y de quienes he aprendido enormemente:

Tintes El Duraznito     |     Tejeda Textil     |     Cumulus    |      Andrea Bores   |      Antesis     |      Taller 8



ALGUNAS COSAS QUE HE APRENDIDO DEL TEÑIDO NATURAL

Las plantas son maravillosas. Estos seres esparcidos por todos los rincones del mundo crecen y evolucionan con y en relación al balance de los ecosistemas que habitan. Lxs humanxs hemos tenido fortuna de convivirlas, convirtiéndolas por milenios en alimentos, remedios herbolarios, indumentaria, refugio, armas, herramientas. Los vegetales llenan el mundo de posibilidades. Uno de estos usos ha sido el tinte natural: la extracción de los pigmentos que podemos encontrar en las plantas tintóreas que ha llenado de variedades cromáticas el mundo en el que vivimos.

A grandes rasgos, el teñido natural consiste en proveer de color a una fibra natural a partir de tintes que se pueden extraer de elementos orgánicos, como plantas, insectos o animales. Estos colores varían por muchísimas razones: el cambio de temperatura, la acidez del agua que se utiliza o el lugar de donde se extrae, son sólo algunos de los motivos por los que un tinte realizado en un lugar y hora puede ser totalmente distinto a uno hecho con exactamente con los mismos métodos en otro lugar. Más que ser una desventaja, estas experimentaciones han traido una gama de colores infinita que podemos aprovechar para colorear nuestros textiles.

Mi aprendizaje del teñido natural ha sido muy experimental. Con pruebas y errores, conocimientos que se han pasado de boca en boca y materiales de mano en mano, reconocí que para empezar a teñir mis telas e hilos lo que me faltaba era una buena olla y mucha, mucha paciencia. Algo muy generoso de los tintes naturales es que es una práctica que se puede puede comenzar con materiales que generalmente encontramos en los mercados, tianguis o hasta en nuestra basura orgánica. Aquí compartiré algunas de las cosas que he aprendido en este proceso, como tips, plantas con las que he teñido y los errores que he cometido en este camino de aprendizaje, con la idea de que cada quién puede crear y jugar con los materiales para llegar a sus propios y únicos colores.


CÓMO FUNCIONAN LOS TEÑIDOS NATURALES

Los teñidos naturales funcionan a partir de tres elementos principales: la fibra, el mordiente y el tinte.

LA FIBRA será el textil que queremos teñir. Es muy importante que sea de origen natural, ya sea animal o vegetal, porque sólo así se podrá teñir con tintes naturales. En fibras existen vegetales (como el algodón o el lino) y las animales (como la seda o la lana), y dependerá de qué fibra sea la intensidad o facilidad que tendrá un tinte en ella. Es importante saber muy bien qué fibra estás usando y que sea 100% de origen natural, ya que la capacidad de tu fibra de retener los colores dependerá mucho de su origen. Las fibras animales capturan muy bien los colores de los tintes debido a la cantidad de proteína que se encuentra en ellas, la cual captura el color de manera más eficiente que las fibras vegetales, las cuales tienen un nivel mucho más bajo de proteína en ellas. Por ello, al teñir podremos ver que los textiles de fibras vegetales pueden tener colores más tenues que los de origen animal. Para arreglar esto, se pueden procesar las fibras mediante un proceso llamado mordentado.

Notas importantes: Si compras tus telas o hilos nuevos, siempre lávalos con jabón neutro antes de teñir. Muchas telas traen agentes protectores o almidonado que podrían afectar la calidad de tu teñido. – El hilo mouliné o vela, que es el hilo que se utiliza generalmente para bordar, es de algodón. – Al comprar tus telas o hilos, asegúrate que estés comprando tus fibras crudas, es decir, que no estén teñidas o decoloradas previamente de manera industrial, pues esto puede afectar o hasta impedir tu proceso de teñido.


EL MORDENTADO es el proceso en el cual preparamos una tela para recibir un tinte. Es decir, las fibras a veces no están preparadas para mantener un color de manera ideal, por lo que el tiempo, la luz o la exposición a la interperie puede ir detereorando los colores que queremos fijar en nuestros textiles. Por otro lado, de no hacer este proceso, puede pasar que tus colores queden muy pálidos o no se agarren a la fibra. Pero no tiene que cundir el pánico. El proceso de mordentado requiere un poco de práctica pero no es imposible y una vez dominado, es un paso que se incorpora muy fácilmente a la rutina de teñido.  

Hay dos ingredientes que yo uso para la este proceso:
El alumbre es un cristal de sal que milenariamente se ha utilizado para mordentar fibras. Este se encuentra generalmente en forma de una piedra de cristal la cual puedes moler, como yo, con ayuda de un martillo, y luego refinar en un mortero o molcajete. Para mordentar tu tela o hilos, deberás poner un 25% de alumbre por una de fibra. (Por ejemplo: si tienes medio kilo de tela de algodón, deberás disolver 125 grs. de alumbre para mordentarla. Lo bueno es que las fibras tienden a ser muy ligeras y esto lleva a que las cantidades de alumbre que uses generalmente sean pocas). Yo prefiero mordentar mi tela antes de teñirla, por lo que disuelvo bien el polvo de alumbre en agua y hiervo mi tela durante una hora antes de usar mis tintes. Hay quienes prefieren tirar el tinte en la olla junto con el alumbre y hacer el proceso de mordentado junto con el teñido, pero a veces esto puede causar que tus colores cambien. Estas son decisiones personales que se van haciendo con la práctica. Yo prefiero hacerlo de esta manera porque así también me aseguro de quitarle cualquier residuo a la tela que pueda quedar luego del lavado.

Este ingrediente es barato y lo puedes encontrar en tianguis, en farmacias, a veces en el supermercado o en internet, aunque yo siempre prefiero comprar con proveedores locales y de la mano directa de una persona. Yo he comprado alumbre hasta con una señora que pone una tela con sus hierbas en el metro Centro Médico. 


La soya es otro método con el cual se puede mordentar una fibra vegetal. Este proceso es muy simple pero más largo, ya que sólo requiere que tu fibra repose en leche de soya diluida con agua. Para ello, puedes utilizar leche de soya que compres en el supermercado o hacer tu propia leche de soya. Si usas la primera, asegúrate de comprar una leche lo más pura posible –sin azúcar, sin aditivos ni condimentos– e idealmente, orgánica. Si decides hacer tu propia leche, puedes encontrar una buena receta en el increíble libro de Rachel Desnos Botanical Colour At Your Fingertips. Esta receta que compartiré es una tradución y parafraseo de su receta.
Para mordentar tus fibras con soya, debes saber que 1 litro de soya sirve para mordentar 400 grs de tela, y que deberás hacer una solución de 1 parte de soya por cada 5 partes de agua. Para todos estos cálculos, recomiendo fervientemente tener una balanza a mano y aplicar la regla de tres. Lo que harás será:
    - Mojar tu tela y meterla en tu solución, ojalá en un balde grande, y la revolverás con la mezcla. Es muy importante que tu fibra esté completamente cubierta de leche. Dejar reposar 12 horas, en las que tendrás que revolver tus fibras de vez en cuando.
    - Pasado este tiempo, saca las fibras de tu balde y la exprimes para quitar el exceso de mezcla en tu fibra y la dejas secar.
    - Luego de que seque, vuelves a revolver tu mezcla y remojas tu tela en ella. Esto será se meterla y sacarla de una vez, para darle una segunda capa de leche de soya. Deja secar tu tela y repite este paso otra vez, para dar una tercera capa, y deja a secar.
    - Espera al menos una semana en que tu fibra descanse y la soya se incorpore. Mientras más tiempo pase, mejor.

Y listo, la fibra está lista para teñir. La lógica detrás de este proceso es que las fibras vegetales tienen una cantidad mínima de proteína en comparación con una fibra animal, por lo que al dotarla de soya estás dotando de proteínas a tu fibra para que pueda sostener un color en el tiempo.


LOS TINTES son, a mi parecer, la parte más maravillosa de este proceso. Éstos son todos los colores que puedes extraer de plantas o animales a través de distintos métodos. Personalmente, prefiero utilizar materiales de origen vegetal por su economía, versatilidad y veganismo. Estos tintes se extraen mediante distintos métodos. Por ejemplo, el caracol púrpura es un caracol marino que se encuentra en Japón y en la costa de Oaxaca, que da un tinte morado profundo y hermoso. La extracción de este tinte en Japón era muy poco sustentable dado que recolectaban estos pequeños caracolitos y los aplastaban para conseguir el tinte, por lo que se empezaron a extinguir. Por otro lado, en la costa de Oaxaca la técnica es muy distinta, recogiendo los caracoles con las manos y produciéndoles una especie de “sustito”, para que los caracoles secreten su tinta púrpura en un recipiente o directamente en una fibra, para luego volverlo a dejar en su entorno natural. 

En el caso de los tintes de fuentes vegetales, los métodos se vuelven un poco más simples, ya que muchos de ellos se pueden extraer a través de hervirlos o remojarlos en agua, además de que son más sustentables para las especies que conviven con nosotrxs e identificarlos en la naturaleza es relativamente fácil. La mayoría de los tintes vegetales se pueden extraer a partir de remojarlas y hervirlas en agua, lo que permitirá que los tintes sean captados en el agua para posteriormente teñir. Muchos de estos tintes pueden ser encontrados en nuestras cocinas y en nuestros parques. Ingredientes de uso diario como las cáscaras de cebolla, el betabel, desechos de aguacate, café, tés y algunas flores de medicina herbolaria pueden ser utilizados para extraer tintes y teñir fibras. Mas no todos los vegetales coloridos tiñen: hay muchas flores que por muy coloridas, no sueltan su pigmento para incluirlos en las telas o el color no necesariamente es el que vemos en la planta directamente. Tal es el caso de la lavanda que, a pesar de verla en colores lilas o morados, mientras que el tinte que suelta es de un color gris.

Para saber identificar qué vegetales dan tintes, te dejo algunos tips:
    - Las plantas que tienen propiedades tintóreas tienden a tener aceites esenciales que hacen que huelan (como la lavanda). Si una planta tiene un olor fuerte, probablemente tendrá un tinte que puedas extraer.
    - Las cortezas de los árboles también tienden a tener altas propiedades tintóreas dependiendo de la especie. Una manera de extraer el tinte con facilidad es remojar las cortezas previo a hervirla para extraer el tinte. El eucalipto es una planta que da tinte, pero puedes observar los árboles en tu zona y probar. 
   - Los piñones son las semillas que sueltan los pinos y los araucarias. Hay muchas especies distintas de estos árboles tanto en la ciudad como en contextos salvajes y son de distintos tamaños y colores. Los piñones son grandes fuentes de tinte, que requieren muy poco tiempo de hervido (generalmente en los primeros 15 minutos ya soltaron todo su tinte). Generalmente puedes recolectarlas caídas.
   - Nada funciona mejor que la observación y la prueba y error. Observa las plantas a tu alrededor y tus desechos vegetales al cocinar. ¿De qué color se pone el agua cuando hiervo una verdura? Toca las plantas en tu zona, huélelas, juega con ellas.
   - Toma en cuenta que es importante asegurar la supervivencia y sustentabilidad de las plantas que nos rodean, por lo que procura recolectar las partes ya caídas de las plantas o cortar sólo una parte de la planta y dejar el cuerpo principal para que siga creciendo.


CÓMO EXTRAER TINTES DE LAS PLANTAS

Para extraer los tintes de sus fuentes vegetales principalmente es necesario hervirlas. Algunas plantas también se benefician de remojarlas desde la noche anterior (como los huesos de aguacate, las cortezas o las cáscaras de granada). La mayoría de las plantas soltarán sus tintes entre 15 minutos y una hora en la cocción. El tinte quedará en el agua y listo para ser utilizado en su fibra previamente mordentada. Aquí, puedes tomar a decisión de dejar tus plantas en el agua o colarla y quitarle todos los residuos vegetales. Personalmente, prefiero dejarlos porque estos generalmente dejan manchas en las fibras que a mí me gustan. Otrxs teñidorxs cuelan el agua para que el teñido sea más homogéneo. 
Cada proceso de teñido se le llama “baño”. Este es el momento en el que la fibra entra en contacto con el agua con tinte y está reposado. Un baño puede tener distintas duraciones, generalmente de mínimo una hora, para que el tinte fije en tu fibra. Dependiendo de la cantidad de tiempo que pase tu fibra en el hervor, cambiará la intensidad de tu teñido. Un tinte puede soportar varios baños, es decir, que una vez teñida una tela puedes reusar ese tinte y teñir otra, consiguiendo un color de menor intensidad. Un segundo baño dará el mismo color en una fibra pero con menor intensidad. 
Luego de que hagas tus tintes, puedes esperar que el agua enfríe y aprovechar para regar tus plantas o las de la calle.

Estas son algunas de mis fuentes vegetales de tintes favoritas:



El pericón es una planta con flor amarilla que se usa en la medicina herbolaria para bajar los niveles de ansiedad o para las afecciones del estómago. En el teñido natural, esta planta da un color amarillo intenso, además de oler muy bien. Puede usarse seca o fresca. Se consigue en mercados y puestos de medicina herbolaria.

                                                                   

                                   



               



Esta investigación sigue en constante crecimiento.



PD: Dejo aquí una playlist que hice para bordar pero también puede ser una buena compañía en las horas de teñido.





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El sur es un cuenco que bordea al mundo.